El duelo: una reacción humana

La muerte, una experiencia inevitable.

La mayoría de personas que viven una muerte cercana experimentan la reacción de duelo. El duelo puede considerarse una experiencia natural, humana y universal, que aparece como consecuencia emocional e intrínseca a la pérdida de un ser querido.

La experiencia del duelo es una reacción natural, de hecho, en la mayoría de gente que experimenta un duelo lo más probable es que se recupere de la muerte del ser querido sin problema alguno, de forma natural. Las primeras reacciones ante la muerte están justificadas y la evolución hacía la funcionalidad y el consuelo suele ser progresiva hasta alcanzar la total estabilidad física y mental. En algunas ocasiones, los duelos implican mayor grado de madurez para la persona que lo vive, puesto que se deben por en marcha recursos de afrontamiento nuevos y en algunos casos no desarrollados hasta el momento.

La terapia para el duelo consiste en aplicar herramientas de la psicología adaptadas a cada persona particular con el objetivo de gestionar las diferentes variables que afectan en el funcionamiento práctico del individuo, es decir, todo el tratamiento está orientado en tratar aquella sintomatología procedente de la gestión del duelo con el objetivo de reducir la interferencia que afecta a la funcionalidad de la persona interesada en mejorar e integrar la pérdida (más que superarla). El objetivo es evitar un duelo patológico y eliminar los problemas que puedan derivar de una mala reacción ante la pérdida a medio o largo plazo.

Terapia para el duelo en Palma de Mallorca
Terapia para el duelo en Palma de Mallorca

Perder a un ser querido

LO QUE NO SE SABE SOBRE EL DUELO

La muerte es un tema tabú, junto con otros existenciales que implican cambios vitales y permanentes en la vida de las personas. El duelo debe gestionarse, pero, ¿Cuáles son las técnicas y las terapias que se aplican en este caso?

Desde la consulta de psicología, debemos tener claro que cada persona gestiona el duelo a su manera y que no hay una única forma de proceder ante la pérdida. Por eso, es interesante adaptar el tratamiento psicológico y ser coherentes con los avances, sin esperar los mismos resultados en todos y cada uno de nosotros. En primer lugar, debemos hacer un buen análisis de la situación: ¿Qué implica esa pérdida? ¿Cómo influye el duelo en el día a día de la persona, a nivel cognitivo, emocional y conductual?

Una vez empezada la terapia, hay unos objetivos comunes que deben satisfacerse. En primer lugar, la aceptación de la muerte y de la pérdida del ser querido. Además de asimilar esa pérdida, otro objetivo fundamental es adaptar nuestra rutina a esa falta, a lidiar con el vacío que implicará perder a esa persona tan importante. Con ello, debemos tener en cuenta el saber encontrar formas de hacer frente a las dificultades que se presenten y a las demandas contextuales a pesar de las complicaciones que pueda comportar esa pérdida.

Precios

Sesión de psicología

60

Sesión de coaching psicológico

60

Sesión de psiquiatría, 1ª consulta

80

Sesión de psiquiatría, siguientes consultas

70

* Actualmente las sesiones de psicología tienen un coste de 60 euros y una duración de 50 minutos para evitar el contacto entre clientes y garantizar la desinfección de la zona.

La ayuda psicológica en el duelo

ADAPTACIÓN Y AJUSTE SEGÚN LA FASE DEL PROCESO

La primera fase del duelo suele ser la negación. En esa fase, la terapia está enfocada, sobretodo, en acompañar y fomentar la seguridad de la persona que acude a psicoterapia validando sus emociones y fomentando la aceptación paulatina de la pérdida.

En la segunda fase, la ira, suelen aparecer otras emociones que se abordan ya, desde otra perspectiva. Aquí es donde es fundamental aplicar lo que en psicología llamamos, reestructuración cognitiva: una terapia que acoja todas esas creencias irracionales acerca de lo ocurrido y que se integren nuevos pensamientos más funcionales, saludables y menos limitantes. Más tarde, suele aparecer la que llamamos, fase de negociación. Aquí, una vez más han cambiado las emociones y se pondera más lo bueno y lo malo (lo que ha aportado esa persona, lo que se ha perdido…). En esta fase, el tratamiento sigue centrado en reestructurar cognitivamente y favorecer la ventilación emocional.

Finalmente, podemos hablar de dos últimas fases: el dolor emocional y la aceptación. Estas fases són orientativas, pueden variar según los autores de referencia o la persona en cuestión. Sin embargo, a través de ellas podemos situar a la persona en un contexto emocional u otro, y adaptar las técnicas a su realidad personal. Aquí, empiezan a utilizarse herramientas de la psicología positiva y a poner en marcha los recursos que se han explorado y trabajado terapéuticamente para empezar a integrar la pérdida y retomar el sentido de nuestro día a día. Al final, se puede trabajar, a través de técnicas proyectivas una visualización objetiva del proceso que ha hecho la persona durante la terapia, autoobservarse y centrarse en el presente y los planes de futuro.

Terapia para el duelo en Palma de Mallorca